Un empresario japonés fue acusado la semana pasada de pinchar y tajear más de 1000 gomas de autos estacionados para luego entablar conversaciones con las dueñas de los vehículos dañados.
Yoshihito Harada, de 25 años, fue formalmente denunciado ante la Justicia de Nagoya, Japón, por dañar los neumáticos de automóviles estacionados para luego ofrecer su ayuda y comenzar a hablar con las conductoras y dueñas de los vehículos. Ante la acusación, el joven confesó: “Sí, fui yo. Soy culpable”.
De acuerdo con la declaración de los fiscales, entre abril de 2011 y diciembre de 2012, Harada utilizó destornilladores y otros objetos filosos para pinchar y tajear los neumáticos de autos estacionados fuera de supermercados en las ciudades de Miyoshi, Nisshin y Toyota. En todos los casos la razón fue para establecer contacto con las mujeres que los conducían. Cuando las damas regresaban a sus vehículos, Harada se acercaba diciendo en voz alta: “Parece que tiene una goma baja. Si me deja, voy a ayudarla a cambiarla”.
De esa manera, el muchacho iniciaba una conversación con las señoras y señoritas y conseguía su número de teléfono para seguir hablando los días siguientes.
“Hace poco descubrí una goma desinflada”, le comentó una víctima que no dio a conocer su nombre a una amiga. “Un hombre se ofreció inmediatamente a ayudarme”. Al escuchar la historia la amiga exclamó: “Lo mismo me pasó a mí!” Sospechando una estafa, las mujeres denunciaron el caso a la policía que inició una investigación.
Por el momento, la Justicia está juntando más testimonios y el acusado está negociando con las víctimas un resarcimiento económico.