La numeralia de los operativos policíaco-militares en Chihuahua.
El lunes 28 de marzo se cumplieron tres años del inicio del Operativo Conjunto Chihuahua, estrategia policíaco-militar para llevar a cabo en el territorio de esta entidad la guerra contra el narcotráfico, decretada por Felipe Calderón desde el primer mes de su mandato.
Por más que en enero de 2010, el operativo pasara a denominarse Operación Coordinada Chihuahua y que en las ciudades los patrullajes del Ejército fueran sustituidos por los de la Policía Federal, en esencia permanece el mismo: fuerzas federales recorriendo nuestras calles y nuestros caminos y montando retenes de revisión de vehículos. Hay que decir que el anterior gobierno del estado no tuvo más remedio que aceptar este operativo, pero que el actual gobierno ha mostrado una total comunidad de miras con la estrategia (si así se le puede llamar) de la administración calderonista.
Ahora bien, ¿cómo ha evolucionado la situación de violencia en Chihuahua luego de tres años de operativos: algunos datos:
Homicidios dolosos: el último año antes del operativo, el 2007, hubo alrededor de 469 homicidios en todo el estado, una tasa de 14.4 por cada 100 mil habitantes. En 2010, el número de asesinatos de disparó a 5, 212, que eleva la tasa a 148.91 por cada cien mil habitantes, es decir, a partir de los operativos la tasa de homicidios dolosos se multiplicó por diez. Durante los tres años de los operativos el número de asesinados en todo Chihuahua ha sido de once mil. (Datos de la Fiscalía General de Chihuahua y del INEGI).
Según los gobiernos federal y estatal la elevación en flecha del número de homicidios dolosos se debe a que la presión de las fuerzas del orden hace que los delincuentes “se maten entre ellos”. Esto, además de cuestionar cuál es el papel del Estado, es insostenible, porque a la par que el número de asesinatos se han disparado, a partir del Operativo Conjunto, las cifras de delitos que más impacto tienen en la población civil:
Total de delitos: En 2007, el total de delitos de todas clases cometidos en el estado de Chihuahua, fue de 34 mil 800: para 2010, la cifra se elevó a 66,125, un 90% más que antes del operativo (cifras de la Fiscalía General del Estado).
Robo de Vehículos: El año antes del operativo, el 2007 se reportaron 9.mil 490 robos de autos en el estado: tres años después, en 2010, 30 mil 757, un incremento del 224% coincidente con los operativos. Caca vez el mayor la proporción de “carjackings”, robos de vehículos a mano armada. (Datos de la Fiscalía General del Estado).
Secuestros: la cifra de abducciones denunciadas ha evolucionado así: en 2007, se denunciaron 21; en 2008, 42; para 2009 la cifra se disparó a 190 y luego disminuyó en 2010 a 132, más de un 500% con relación a los que había antes del operativo.
Desapariciones de personas: Se cuentan alrededor de 200 desapariciones forzadas, es decir aquellas en las que se presume intervinieron elementos del Ejército de las policías, desde marzo de 2008. Y en lo que se refiere a desapariciones de mujeres, según las organizaciones como Justicia para Nuestras Hijas, su número se eleva a 132.
Además hay que contar los desplazados por esta guerra: tan sólo de Ciudad Juárez han salido 230 mil personas, uno de cada cinco juarenses desde que comenzó la pesadilla de los operativos.
Reflexiones para terminar: la “estrategia federal-estatal” de los operativos ha elevado enormemente los índices de violencia y delictividad en el estado de Chihuahua. No sólo se ha privado de la vida a decenas de miles de chihuahuenses, sino también ha habido un gigantesco proceso de expropiación del patrimonio de las familias, vía secuestros, extorsiones, robos de vehículos, asaltos a mano armada, gastos en seguridad, elevación primas de seguros, etc. No sólo narcos, sino una gran diversidad de actores armados intervienen en nuestro estado: paramilitares, pandilleros, ladrones comunes, extorsionadores.
No ha habido ninguna inflexión en los datos de violencia y de delincuencia que marquen una esperanza para las y los afligidos chihuahuenses.
Tres años de los operativos conjuntos, tres años ¿de qué?