Ahora, al recibir el jueves pasado la noticia de la cancelación, los desilusionados rockeros aseguran que es inentendible la medida adoptada por el gobierno del Estado de México, cuando desde el año pasado se había estado difundiendo y vendiendo masivamente el evento, sin que las autoridades mexiquenses externaran ninguna advertencia o alerta sobre un eventual riesgo.
Ximena asegura que incluso durante la presentación oficial del concierto en el Distrito Federal el año pasado estuvieron presentes tanto representantes de la empresa organizadora, como autoridades de Texcoco y del propio gobierno mexiquense y jamás, dice, señalaron algún posible cambio o que el evento estuviera sujeto a autorización.
Asegura que la noticia de la cancelación los tomó por sorpresa, ya que miles de jóvenes del Distrito Federal, hicieron gastos colaterales en hospedaje, comida y transporte que ahora no podrán recuperar.
Para asistir al evento la joven consultora en una prestigiada compañía de la Ciudad de México, pidió de forma anticipada un día de vacaciones y un permiso especial para poder tener tres días libres. Ahora, de cambiarse el lugar y la fecha para el concierto, ya no podrá modificarlos.
Tanto Christian como Ximena compraron boletos VIP a un costo de tres mil pesos cada uno y la posibilidad de recuperar su dinero está abierta, pero aseguran que de llevarse el concierto a una entidad lejana no podrán asistir y mucho menos podrá recuperar el dinero. Elinformador.com.mx