Sin embargo, los países de tradición gasífera, como Argentina, Bolivia, México y Trinidad y Tobago, tienen como reto aumentar la disponibilidad de este recurso por sobre su promedio actual de 10 años, advirtió el organismo de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
En su más reciente estudio Recursos naturales: situación y tendencias para una agenda de desarrollo regional en América Latina y el Caribe, presentado esta semana, señaló que con excepción del Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, han disminuido las reservas en la región.
En México, que en 2000 contaba con un total de reservas superior a 25 mil millones de barriles equivalentes de petróleo crudo, al cabo de una década mostró una disminución de más de 45 por ciento, situación muy parecida a lo ocurrido en Argentina y Bolivia.
Pese a ello, en 2012 la inversión en hidrocarburos a nivel global alcanzó su valor máximo, cercano a 70 mil millones de dólares, de los cuales 11 por ciento provino casi en su totalidad de cinco empresas estatales: Petrobras, Pemex, PDVSA, Ecopetrol e YPF.
Según cifras de 2012, América Latina y el Caribe es la segunda zona del mundo con mayor cantidad de reservas petroleras (después de Medio Oriente) y concentra una proporción superior a 20 por ciento. El crecimiento de las existencias de petróleo y gas natural a partir de 2008 se debió a la certificación de reservas en el marco del proyecto Magna Reserva, en la faja del Orinoco, por Venezuela, y a exploraciones exitosas en Brasil, Colombia y Ecuador, principalmente.
De ellos, Venezuela fue en 2012 el país que contó con la mayor cantidad de reservas de petróleo (298 mil millones de barriles) y de gas natural (196 billones de pies cúbicos), incluso por delante de Arabia Saudita.La Jornada