En realidad se trata de una serie de imágenes que Skarbakka realiza durante actos que en apariencia son peligrosos. Es más profundo el efecto que genera en el observador, que el acto en sí mismo. Muchas de las piezas fueron hechas con el equipo adecuado, pero en la foto se muestra siempre una acción mortal.
Este trabajo fotográfico es en respuesta a este estado delicado: el peligro. Se compone de una culminación del pensamiento y la emoción, que consiste en atar juntos los hilos de todo lo que se percibe en la vida y lo que ha llegado a representar. Mucha gente experimenta con las fotografías, lo que piensa y siente durante situaciones extremas o de riesgo, dice el artista. Las preguntas que Kerry deja en la mente de sus espectadores son: ¿en realidad se cayó?, ¿está volando?, ¿se lastimó?, etcétera.
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