El número de mexicanos que tiene un empleo informal, definido por el Inegi como aquel que no disfruta de acceso a la seguridad social, llegó a 29 millones 271 mil 23 personas, universo que equivale a 60.1 por ciento de la población ocupada.
En el empleo informal las remuneraciones son, en promedio, 35.4 por ciento menores que en las actividades formales, de acuerdo con la medición.
La nueva definición que utilizó el Inegi para el empleo informal incorporó a esta categoría a las personas que realizan trabajo doméstico, participan en la agricultura campesina o como jornaleros, así como a quienes se ocupan en negocios familiares o prestan sus servicios a empresas, instituciones y gobiernos sin estar dados de alta en la seguridad social, explicó Rodrigo Negrete, investigador del Inegi, que participó en un panel mundial de expertos que, bajo el auspicio de la Organización Internacional del Trabajo, estableció una nueva forma para medir el empleo informal.
México es el primer país que adopta esta norma. Entre la definición anterior, que consideraba básicamente a quienes se ganaban la vida en el ambulantaje o en negocios familiares, negocios por cuenta propia o familiares, y la actualizada, hay una diferencia significativa en cuanto a la dimensión del empleo informal en México. Bajo la definición empleada hasta ahora, el sector informal daba empleo, al tercer trimestre de este año, a 14.2 millones de personas, universo que equivale a 29.1 por ciento de la población ocupada, que es de 48.7 millones de trabajadores.
Una vez que se incorpora a los trabajadores domésticos, del agro y a los que laboran en empresas e instituciones formales, pero que no están dados de alta en la seguridad social, el universo del empleo informal en México se eleva a 29.2 millones de personas, que equivalen a 60.1 por ciento de la población ocupada.
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