En entrevista, Karim Gilles Djellit, su director, aseguró que el festejo cumplirá una década de existencia y lo celebrará con diversas actividades artístico-culturales, muchas de las cuales serán “sorpresa”.
“Estos 10 años no sólo representan el festejo de un gran evento, sino un reconocimiento a la relación entre Acapulco y Francia, que se remonta tiempo atrás con la firma en 1994 entre Cannes y Acapulco como ciudades hermanas; el Festival de Cine que concluyó en el 2002, y actualmente, el Festival Francés, que recoge el espíritu de este magnífico intercambio entre naciones.
“Es a través de estos eventos que se ha construido una base sólida para desarrollar nuevos proyectos en conjunto y reforzar la cooperación en el ámbito cultural, educativo y en esta nueva edición: económico”, comentó Gilles Djellit.
Con la programación aún no definida, refirió que festejo tendrá varios invitados especiales franceses de gran renombre.
Agregó que la idea del evento es retomar el puerto como una ciudad con gran oferta turística y cultural a nivel internacional a pesar de la situación de inseguridad que vive.
“Podemos decir que hoy Acapulco es más tranquilo, aunque sabemos que preocupa la inseguridad, pero llegó el momento de estar presentes, pues Acapulco a lo largo de varios años ha sido un embajador internacional de México, entonces, llegó la hora de apoyarlo, de rescatarlo”, dijo.
Con motivo del Festival, se ha creado una alianza con la Cámara Franco Mexicana de Comercio e Industria (CFMCI) para incluir dentro de la programación, encuentros económicos entre empresarios franceses y guerrerenses para establecer una cooperación económica entre el Estado de Guerrero, particularmente Acapulco, con Francia.
“Lo que nos pidió el gobierno de Guerrero es reubicar a Acapulco en la escena cultural, pues Acapulco tiene una gran tradición de un puerto internacional que debe recuperar”, dijo el francés al tiempo que sostuvo que llegó la hora de impulsar una nueva dinámica en este festejo que cumple dos lustros.
Es de mencionar que la imagen del Festival Francés ha sido inspirada en el encuentro entre dos símbolos de gran significado para cada país.
Por una parte está la Torre Eiffel, representando a Francia como una urbe internacionalmente reconocida, y a Quetzalcóatl, uno de los principales dioses prehispánicos.
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